El mito de Izanagi e Izanami: el nacimiento de Japón según la mitología

En la cultura japonesa, el Kojiki es el texto más antiguo y encierra mitos y leyendas, pero también narra el nacimiento de Japón; fuente de inspiración para la religión sintoísta, aquí se presenta uno de los mitos más importantes, del cual han surgido tradiciones – como el misogi – que aún hoy están arraigadas y respetadas en la cultura japonesa. Estamos hablando del mito de Izanagi e Izanami.

El manuscrito fue compilado en el siglo VII por orden del soberano Tenmu del clan Yamato, con el fin de documentar sus hazañas y su supremacía sobre el territorio.

Recordemos de hecho que el clan, en ese tiempo, poseía poderes sacerdotales, políticos y militares y el texto servía para subrayar y legitimar en el tiempo el poder de la casa deseada por Amaterasu O-Mi-kami, diosa del sol en la cultura sintoísta.

Izanagi e Izanami

Esta breve introducción era necesaria hacerla, porque el mito de Izanagi e Izanami lo encontramos también en el anime Naruto, como testimonio del hecho de que el pueblo japonés siempre ha estado culturalmente ligado a sus textos.

el mito de izanagi e izanami
Obra de Nishikawa Sukenobu – El dios Izanagi y la diosa Izanami (https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Nishikawa_Sukenobu_-The_God_Izanagi_and_Goddess_Izanami2015.300.115-_Metropolitan_Museum_of_Art.jpg)

El mito cuenta que las primeras divinidades dieron vida a dos seres divinos, uno con la esencia masculina llamado Izanagi y otro con la femenina, Izanami. Eran hermano y hermana, pero también marido y mujer a quienes se les confió una importante tarea: dar vida a la Tierra.

Para llevarlo a cabo, se les otorgó Amanonuhoko, la alabarda celeste del Pantano con la que la pareja se dirigió al Amenoukihashi, el puente que unía el Cielo a la Tierra, donde mezclaron el mar subyacente con la alabarda.

De las gotas que cayeron de la hoja, nació la isla de Onogoro donde la pareja construyó un pilar llamado Amenomihashira y alrededor de él un palacio donde poder concebir hijos.

El nacimiento de las otras islas de Japón

Después de unirse en matrimonio, Izanagi e Izanami dieron vida a otras islas y al nacimiento de nuevos dioses entre los cuales Kagatsuchi. Este último representaba el fuego y durante su nacimiento, Izanami murió por haber sufrido graves daños de las llamas que surgieron durante su concepción.

El compañero, destruido por el dolor, decidió ir al reino de los muertos – Yomi – para alcanzar a su amada y traerla de vuelta. Pero cuando vio su cuerpo descompuesto y ya parte del reino de los muertos, se asustó y quiso regresar al reino de los vivos.

A su regreso, Izanagi se purificó en la fuente llamada Ame-no-yoko-no-ido para liberarse de las impurezas acumuladas en el reino de los muertos y de la influencia negativa de Yomi. Nacieron otras divinidades como Amaterasu (la diosa del sol), Tsukuyomi (el dios de la luna) y Susanoo (el dios de la tormenta), pero a causa de su dolor, también generó varios demonios.

Las variantes de la leyenda de Izanagi e Izanami

Es oportuno precisar que existen variantes del mito de Izanagi e Izanami, incluso dentro del texto sagrado mismo. Un ejemplo es la muerte de Izanami, según la cual no muere durante la concepción sino al ser quemada en la creación de las islas. También en lo que respecta al viaje al inframundo hay variantes, como por ejemplo la intervención de espíritus que ponen a prueba a Izanagi.

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Torii – en la religión sintoísta y cultura japonesa, representa la puerta que introduce al mundo espiritual e invita a la veneración de los kami, las divinidades sintoístas (Foto commons free Pixabay)

¿Pero cuál es la moraleja del mito?

Como todo mito que se respeta, su interpretación es compleja y el significado depende del contexto cultural y de las creencias. En general, del mito se puede deducir la importancia de la vida y de la muerte como parte integral de los eventos, mientras que la purificación de Izanagi representa la regeneración y la renovación.

La cultura japonesa está muy ligada a los temas de la vida y la naturaleza; esta leyenda representa precisamente el vínculo con ella, la ciclicidad de la vida y la necesidad de aceptar eventos dolorosos como parte integral del ciclo vital.

Izanagi e Izanami son dos figuras muy importantes en la religión sintoísta, ya que representan la fertilidad y el vínculo con la vida misma. Este vínculo es tan profundo que aún hoy el mito de Izanagi e Izanami se cuenta y celebra con rituales, fiestas tradicionales y obras de arte.

En el mes lunar de octubre se celebra de hecho el Kannazuki no Mikoto, que literalmente significa “el mes sin divinidades” en el que se piensa que los dioses están ocupados escuchando los deseos humanos, mostrando particular respeto por Izanagi e Izanami. Se incluyen además oraciones, ritos y ofrendas simbólicas en honor a los dos dioses, agradeciéndoles por haber creado el mundo y pidiendo su protección.

El Kannazuki no Mikoto está presente en la mayoría de las áreas japonesas, pero en algunas el ritual adquiere un profundo significado creando una conexión con la naturaleza y las tradiciones. Por ejemplo, en la región de Kansai que incluye Kioto, renombrada por sus antiguos templos y santuarios; también en la región de Kyushu – que incluye la ciudad de Nagasaki – el ritual es muy sentido y ve una profunda devoción de los habitantes a la leyenda.

Tiziana

Difficilmente avvisterete questa donzella in città. Ama la natura e tutto ciò che ne fa parte ma non mettetela alla prova; farebbe di tutto per salvare il pianeta Terra, non si direbbe altrettanto per alcuni umani. Adora gli animali a tal punto da aver sviluppato un linguaggio che usa per comunicare esclusivamente con la fauna. E’ costantemente in compagnia dei suoi più fedelissimi collaboratori: Mirko e Billy. Laureata in Scienze Naturali, nel tempo libero decide di condividere le sue conoscenze con il Bosone. A proposito, Billy e Mirko non sono umani. Sono i suoi zupi.
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