El ratón canguro (Dipodomys gravipes) de San Quintín es un pequeño roedor fascinante y con una morfología particular; se caracteriza por sus largas patas traseras similares a las de los canguros, una perfecta adaptación a ambientes áridos y para escapar de los depredadores.
Alguna información sobre el ratón canguro
El ratón canguro forma parte de la subfamilia Dipodomyinae e incluye dos géneros principales: Dipodomys (del cual forma parte el ratón canguro de San Quintín y otras 20 especies) y Microdipodops (a los que pertenecen los ratones canguros menores).
Sus largas patas les permiten saltar incluso más de 2 metros, su peso no supera los 200 gramos y la cola es muy larga (en algunas especies adornada con una franja de pelos), y es útil para el equilibrio.

Es una especie que se ha adaptado perfectamente a los ambientes áridos y es capaz de vivir sin agua, gracias a su capacidad de absorber los líquidos de semillas y plantas y riñones altamente eficientes, concentrando al máximo la orina y eliminando los productos de desecho con una mínima pérdida de agua, hasta hacerla casi sólida.
Una nueva esperanza para el Dipodomys gravipes de San Quintín
El ratón canguro de San Quintín – cuyo nombre científico es Dipodomys gravipes – es originario de Baja California, en México. Este pequeño animal fue declarado extinto en 1994 por las autoridades mexicanas, debido a la destrucción de su hábitat y la alta presencia de gatos salvajes.
Sin embargo, en 2019 algunos científicos avistaron cuatro ejemplares en la naturaleza, suscitando gran interés y reavivando una chispa de esperanza para la supervivencia de esta especie. De hecho, habían pasado más de 30 años sin avistamientos, pero gracias a estos nuevos avistamientos la especie ya no se considera extinta.
No obstante, el número de individuos es altamente reducido y sigue siendo una especie en peligro de extinción en el resto del mundo; la causa principal es común a la de muchas otras especies en riesgo, es decir, la destrucción de su hábitat debido al hombre, los cambios climáticos y los depredadores.
Sin embargo, seguimos confiando en que estos espléndidos animales puedan continuar resistiendo y aumentando en número. ¡Representan la esperanza de que quizás no todo esté perdido!