Durante las últimas noches primaverales, inmersas en la naturaleza, miles de pequeñas luces pulsan al unísono, creando un espectáculo mágico. Estamos hablando de un fascinante fenómeno, que cada año atrae visitantes de todo el mundo, en el Parque Nacional de las Great Smoky Mountains: las luciérnagas sincrónicas.
Estos pequeños insectos, llamados Photinus carolinus, son una de las pocas especies en el mundo capaces de sincronizar sus destellos de luz. Los científicos han descubierto que este comportamiento está relacionado con el cortejo. Los machos destellan al unísono para atraer a las hembras, que responden con sus propias señales luminosas. La sincronización ayuda a las hembras a identificar a los machos de su especie, evitando confundirlos con otras luciérnagas, algunas de las cuales son depredadoras.

Este fenómeno dura solo unas pocas semanas entre finales de mayo y principios de junio; el período exacto varía de año en año, dependiendo de las condiciones climáticas. El Parque Nacional de las Great Smoky Mountains, en particular el área de Elkmont, es uno de los mejores lugares del mundo para presenciar este espectáculo.
Las luciérnagas sincrónicas desde 1600 hasta hoy
Ya en el siglo XVII, naturalistas como Engelbert Kaempfer describían el fenómeno, notando cómo grupos de luciérnagas podían encenderse y apagarse al unísono.
El físico holandés, en un relato suyo que data de 1680, tuvo la oportunidad de observar y describir la sincronización de las luciérnagas, durante un viaje a Tailandia:
“Las luciérnagas […] se establecen en los árboles, como una nube de fuego, dando lugar a esta sorprendente circunstancia, es decir, que estos insectos, después de haber tomado posesión de un árbol y haberse esparcido por sus ramas, a veces esconden sus luces todos juntos, y un momento después las hacen reaparecer de nuevo con la máxima regularidad y exactitud.”
Él no fue el único en notar este fenómeno. Desde hace trescientos años, de hecho, exploradores y naturalistas han observado cómo, en regiones que van desde el este/sureste de la India hasta Filipinas y Nueva Guinea, cientos y cientos de luciérnagas logran destellar al unísono, haciendo que el árbol en el que se reúnen, que ha sido definido como árbol de luciérnagas, parezca una única gran fuente luminosa, que se enciende y apaga rítmicamente. La razón de esto es que las luciérnagas de ciertas especies alcanzan la llamada sincronización perfecta.

Un reciente estudio matemático, de la Universidad de Pittsburgh, ha revelado los secretos de la sincronización de las luciérnagas, demostrando cómo sus destellos de luz siguen patrones complejos, similares a los observados en otros fenómenos naturales y biológicos.
Utilizando modelos matemáticos avanzados, los investigadores han descubierto que la sincronización depende de la capacidad de las luciérnagas de «verse» y responderse unas a otras, creando patrones luminosos que varían según las distancias y las interacciones.
Este estudio confirma observaciones de campo, como la incoherencia de los destellos individuales, en comparación con la regularidad de los grupos y la rápida integración de nuevas luciérnagas en los enjambres.
Photinus carolinus: una rareza a preservar
La bioluminiscencia, la capacidad de producir luz, es una característica común a muchas especies de luciérnagas. Cada especie tiene su propio código luminoso para comunicarse con sus semejantes. La sincronización de los destellos es un ejemplo extremo de esta comunicación, que hace a las luciérnagas Photinus carolinus tan especiales.
Para proteger a las luciérnagas sincrónicas y su hábitat, el Parque Nacional de las Great Smoky Mountains ha introducido un sistema de reservas, para el acceso al área de Elkmont durante el período de pico. Los visitantes deben participar en una lotería para obtener un pase de estacionamiento, que les permite acceder al área en las fechas establecidas.
A los afortunados ganadores se les recomienda respetar el ambiente y no molestar a las luciérnagas, utilizar luces rojas para iluminar el camino, evitar capturar los insectos y permanecer en los senderos designados. De esta manera, se intenta preservar este fenómeno natural único para las generaciones futuras, con la esperanza de que puedan tener la oportunidad de disfrutar de una experiencia inolvidable.
Fuente: https://www.gatlinburg.com/great-smoky-mountains/fireflies/